lunes, 17 de octubre de 2011

Cultura

Las gentes pertenecientes a esta cultura se definen a sí mismos como la gente del Río o CUCAPÁ y son descendientes directos de los Yumanos. Su cultura estuvo íntimamente ligada al Río Colorado y su delta, por lo que su vida desde la creación (de acuerdo a su tradición) dependía del Río. Aprovechaban las márgenes del río para sembrar, preparando el suelo enriquecido y húmedo del delta al término de las inundaciones de primavera y de mediados del verano. Antiguamente el delta presentó vegetación muy densa, compuesta por sauces, álamos, mezquites, y plantas anuales. Como parte de su alimentación, colectaban "péchitas" de mezquite, palo verde y palo fierro, verdolagas, y quelites. En las sabanas colectaban semillas de zacates anuales y perennes. En la primavera viajaban por el río en balsas grandes de tule, dirigiéndose hacía su desembocadura, donde se encontraban grandes extensiones de campos de "trigo gentil o salado" (Distichlis palmeri).

En el río capturaban "charales del Colorado", "lisas" y "matalotes jorobados" que venían de río arriba y con la marea. También hacían viajes hacia la bocana para capturar "totoabas", "camarones" y otras especies que se reproducían en esta área. En los márgenes del río y sus alrededores abundaba la caza de "venados bura" y "berrendos". Algunos de estos animales eran sujetos de adoración y utilizados como símbolos de linaje de familias totémicas; las "víboras de cascabel" tenían un estatus religioso

Actualmente, debido a la presencia de presas en la parte alta de la cuenca y a la desviación de los afluentes de agua al Río Colorado, los Cucapá, han abandonado la agricultura. Los peces que capturaba con arpones, redes y trampas están casi extintos en el área, así como la mayoría de los animales que cazaban con sus arcos y flechas. Con la sequía progresiva del delta, los Cucapá de la parte Sur están sufriendo no sólo la desaparición de su antigua forma de vida, sino la desaparición de todo un ecosistema con el cual estuvieron en armonía por casi 2000 años...”


Los poemas Cucapá y sus resonancias contemporáneas, que se leen a continuación, fueron traducidos al inglés y recogidos en el tan grueso como emocionante y fronterizo volumen bilingüe across the line/al otro lado, the poetry of baja california, editado por harry polkinhorn y mark weiss, junction press, san diego, 2002.
La vida de una Mujer Cucapá   

Ahora tengo estufa de gas.
Y ya mi casa no es mi cuerpo enroscado
a un lado del fuego que puso mi abuelo.
Mi casa actual está amueblada.

Tengo estufa integral,
pero me ahoga y prefiero hacer la comida
en el fogón de afuera.
Rete a gusto en la noche
haciendo mi quehacer.

Desgraciadamente, no hay manera
de conservar las costumbres de los indios
¿quién las va a usar ya?
Rete a gusto en la noche
haciendo mi quehacer.

Mucha gente me dice "¿qué estás haciendo?
¿qué, no tienes gas?" Sí,
sí tengo, pero si me traen leña
hago más a gusto mis frijoles.
Rete a gusto en la noche
haciendo mi quehacer.
No, pero deveras, señor,
aquí nadie de nosotros conserva
sus costumbres.

Yo cocino en la noche, nada más.
A veces, cuando otro indio me visita,
ese día aprovecho para llenarme de
hablar Cucapá.

Porque a mí me gusta mi idioma,
cuando lo hablo
parece que viera
y reviviera toda mi gente, que ya se fue.

Canción Cucapá    

LA SONAJA CANTA 

La sonaja canta,
canta, canta.
En invierno y en verano
canta,
canta.
Al coyote pegado a la luna
canta,
canta.

Traducido del Cucapá  por Juan García Aldama





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